Con la Navidad a la vuelta de la esquina, los días empiezan a llenarse de ese aire festivo que hace que todo parezca un poco más brillante. El sonido de las campanas, las luces titilando, los aromas a canela, buñuelos y chocolate… Y entre tanta emoción, me pregunto: ¿qué es lo que realmente queremos regalarles a nuestros hijos en estas fiestas? Más allá de juguetes, ropa o gadgets, hay algo que tiene el poder de hacerlos sonreír, reflexionar y, sobre todo, sentirse cerca de nosotros: el tiempo.
Este diciembre, quiero invitarte a que hagas de la lectura un regalo navideño que no necesita ser envuelto en papel brillante. Un regalo que, en lugar de ocupar espacio en su habitación, ocupará un lugar en su corazón. Y la mejor parte: es un regalo que todos pueden disfrutar juntos.
1. El Regalo de una Historia Compartida
En un mundo lleno de pantallas y distracciones, hay algo inmensamente valioso en sentarse con un libro entre las manos y crear un momento de conexión. ¿Qué tal si en lugar de apurar la noche para preparar la cena o correr por las tiendas, creamos un espacio para leer juntos? No importa si es un cuento corto de Navidad o una historia épica que se alarga hasta el 24. Lo importante es que lo vivan juntos, respiren la misma magia, rían con los personajes y se envuelvan en la calma de la narración. Cada página leída es un pedazo de tiempo que nunca volverá, pero que quedará guardado en su memoria.
2. Dale a Tu Hijo un Papel Protagonista
¿Te imaginas que tu hijo sea el héroe o heroína de su propia historia navideña? Los libros personalizados pueden hacer que eso suceda, ¡y con un toque de magia! En estas fiestas, ¿por qué no hacer que tu pequeño viva una aventura como protagonista? Desde libros de Navidad donde es quien ayuda a Santa en una aventura, hasta historias en las que él o ella salvan el espíritu navideño. Este regalo tiene algo especial: no es solo un cuento, ¡es SU cuento!
3. Haz de la Lectura una Experiencia Sensorial
Lo que quiero decir con esto es que la lectura puede ser mucho más que palabras en una página. Hazla inolvidable: crea el ambiente perfecto. Imagina a los niños acurrucados en el sofá, con luces suaves de Navidad parpadeando alrededor, una manta suave y el aroma de galletas recién horneadas. Si estás leyendo sobre el reno Rudolph, ¿por qué no poner algo de música suave de Navidad o incluso dejar que todos se “pongan los cuernos” (¡sólo por diversión!)? Cuanto más divertida y envolvente sea la experiencia, más se engancharán en la magia de leer.
4. Libros con Valores que Van Más Allá del Árbol de Navidad
No se trata solo de los regalos o la decoración. La Navidad es la oportunidad perfecta para hablar de valores que nos hacen ser mejores personas. Hay libros que tocan temas como la generosidad, el compartir, la empatía, y la alegría de dar sin esperar nada a cambio. Y aunque “El Niño Dios”, o “Santa Claus” son geniales, hay algo aún más grande que podemos regalarles: un corazón generoso. Así que, mientras disfrutan de su cuento navideño, aprovecha para sembrar ideas que los acompañarán mucho más allá de las fiestas.
5. La Lectura Como Ritual de Desconexión
La Navidad está llena de ruido: los compromisos, las redes sociales, las listas interminables de compras… ¡Pero un momento de desconexión nunca viene mal! La lectura puede convertirse en ese refugio donde tanto tú como tus hijos pueden relajarse, dejando atrás la prisa. Este diciembre, haz del momento de leer una especie de ritual: cada noche, apaga las luces brillantes del teléfono, siéntate en familia y escoge un cuento. Este ritual será algo que tus hijos recordarán con cariño por muchos años, y quizás, lo trasladen a sus propias familias algún día.
6. Cuando Leer Se Convierte en Crear Recuerdos
Después de leer juntos, ¿por qué no convertir lo que acaban de experimentar en una actividad creativa? ¿Les gustó la historia de los tres reyes magos? ¿Por qué no hacer una pequeña manualidad donde representemos la historia? ¿Leyeron sobre el árbol de Navidad? Pueden decorarlo con adornos hechos por ellos. Siendo parte de la historia, crearán recuerdos que son aún más valiosos que cualquier objeto material. La experiencia de leer se transforma en una serie de momentos compartidos que van mucho más allá de las páginas.
7. Comparte el Viaje de Lectura
Sabemos que a veces las redes sociales son una forma de conectar con otras personas, y ¿por qué no compartir tu aventura de lectura navideña con otros? Ya sea una foto de tu rincón de lectura navideño, una recomendación de tu libro favorito, o incluso un video contando un pedazo de tu historia de Navidad, puedes inspirar a otras mamás a tomar el mismo camino. La lectura se convierte en una actividad social, no solo familiar, ¡y todo el mundo gana! Si te animas, puedes compartir tu historia con nosotros mencionando a @papyabooks.jan.
Este diciembre, en lugar de correr detrás de los regalos, elige regalarte a ti misma y a tus hijos algo mucho más profundo: tiempo juntos. La lectura es una herramienta poderosa para crear momentos de conexión auténtica, para enseñar valores, y para transmitir la magia de las fiestas de una forma que quedará grabada en sus corazones. Porque lo que realmente importa no está bajo el árbol, sino en el tiempo que compartimos, en las historias que vivimos, y en los recuerdos que creamos juntos. ¡Feliz Navidad y que el regalo de leer los acompañe siempre!