Si tienes hijos, probablemente ya has sentido la lucha épica de intentar que se enganchen a la lectura. Porque claro, tú sabes lo valioso que es leer y todo el mundo te dice que debes motivarlos, ¡pero cuando llega el momento, ellos no parecen emocionarse ni un poquito! Así que aquí va mi experiencia como mamá que también ha pasado por esto, con ideas que, aunque no son mágicas, pueden dar un giro en tu casa y hacer que la lectura sea más atractiva sin recurrir a la “obligación”.
Haz Que Los Libros Sean “Cool”
Sé que suena raro, pero los niños de ahora se enganchan cuando algo es cool. ¿Y si intentamos darle un toque de emoción a los libros como cuando esperamos el último capítulo de nuestra serie favorita? En vez de “hoy vamos a leer”, prueba con un: “¿Sabías que Harry Potter también tenía dudas de si le gustaba la magia? ¡Vamos a descubrirlo!”. Tratar los libros como misterios y secretos por descubrir les da una vibra completamente diferente.
Convierte la Lectura en un Reto (Tipo TikTok)
Sí, has leído bien. Si tus hijos ven a otros niños haciendo retos de baile o pruebas en redes, ¿por qué no convertir los libros en su propio desafío? “Vamos a leer juntos y al final me dices qué personaje sería perfecto para una película de TikTok”, o “¿Apostamos a que no llegas al final de la historia sin querer leer el próximo capítulo?”. A veces, el truco está en hacer la lectura un poco complicada (aunque en secreto sabemos que terminarán pidiendo otro capítulo).
No Subestimes el Poder del Audiolibro
Si tienes hijos que no paran quietos o que se distraen con facilidad, el audiolibro puede ser un gran aliado. Ellos pueden estar construyendo con bloques o dibujando mientras escuchan una historia. Muchos niños (y adultos, seamos honestos) descubren su amor por la lectura primero al escuchar historias, porque así no tienen que lidiar con las palabras en la página. Y lo mejor de todo es que puedes sumarte: elijan una historia corta que puedan escuchar juntos antes de dormir, como si fuera una “peli de domingo”.
Dale un Giro Visual a los Libros
Aquí va un truco poco convencional: juega con el entorno. Las luces de navidad, una linterna o hasta una carpa hecha con sábanas pueden hacer que la lectura se sienta como una mini aventura nocturna. No siempre es necesario estar sentados formalmente. En mi casa, a veces hacemos un “campamento de lectura” con linternas y todo, y de repente esa historia común se convierte en el mejor momento de la noche.
Deja Que Exploren Sin Juzgar
Esta va para nosotras, porque muchas veces sin querer ponemos expectativas en sus elecciones. Puede que tus hijos elijan cosas que a ti no te atraen (libros con demasiados dibujos, cómics, o simplemente textos que parecen más memes que otra cosa). Sin embargo, todo cuenta. La clave es recordar que mientras ellos elijan y disfruten, están entrando al mundo de la lectura. ¡Al final, hasta los cómics o mangas tienen historias poderosas!
Crea Momentos “VIP” de Lectura
Esto lo probé en casa y mis hijos lo aman. Dales la oportunidad de ser “VIP por un día”, como en un club exclusivo. Tú también eres parte de ese club, donde solo entran los que leen. Aprovecha cualquier excusa para ponerle un título especial: “El club secreto de los lunes”, “la hora dorada del cuento”… Lo importante es que sientan que es algo exclusivo, solo para ustedes. Les puedes dar una tarjeta especial de “Miembro lector” que incluso puedes personalizar. La emoción por ser parte de este “club secreto” puede ser suficiente para captar su atención y crear un hábito que luego pidan ellos mismos.
Celebra Sus Comentarios, Así sean Inesperados
Cada vez que tus hijos terminan de leer algo, ¡celebra su opinión! No importa si su crítica no es literaria y es más del tipo “creo que el dragón debería ser azul, no verde.” La clave es que se sientan escuchados y valorados por lo que opinan. Pueden incluso tener una libreta donde anoten lo que piensan de cada libro, como su propio “mini blog de lectores”. A la larga, se sentirán más confiados y emocionados por compartir lo que leen.
Final Feliz: No Hay Fórmulas Mágicas, pero Hay Recuerdos que Sí
Al final del día, más allá de que lean o no, lo que recordarán tus hijos será el tiempo que pasaste con ellos, las risas que compartieron y los personajes que juntos conocieron. No hay una receta secreta para que de repente se vuelvan fanáticos de la lectura, pero cada esfuerzo cuenta. Y créeme, cuando menos te lo esperes, notarás cómo esos momentos y risas se convierten en un amor genuino por los libros y las historias.